¿Cuántos minutos, hora, días…. invertimos en el deseo de  que las cosas sean distintas a como son? ¿Cuántos  mirando atrás y añorando que todo fuera como antes, incluso cuando ese “antes” no era demasiado valorado? ¿Cuántos soñando con que suceda algo determinado? ¿Por qué anhelamos  lo que no tenemos? ¿Por qué esa huída del presente?

 

¿Alguna vez has observado los ojos de las personas  cuando hablan? ¿Sabes que cada movimiento tiene un significado? En  PNL -Programación Neurolingüística-, a este lenguaje de los ojos se le llama claves de acceso ocular. Es uno de los grandes descubrimientos de Bandler y Grinder.

 

“Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo, merece estimarse a sí mismo y que se le estime”.